Vitales tres puntos los conseguidos por Osasuna Magna en su duelo con el colista de la clasificación (2-1). El Levante llegaba a Anaitasuna con la necesidad de sumar, más incluso tras la última victoria ante el Betis, pero delante se encontró a un combativo Xota que hizo valer su papel de local junto a 1.895 gargantas que animaban a los rojos. Roberto Martil puso el 1-0 al descanso y Rosic en la segunda amplió distancias. Con el juego de cinco marcó Jamur para los levantinistas, que acabaron perdiendo ante una gran parada de Asier Llamas en el último suspiro.
El equipo no parecía sentirse a gusto en los primeros compases del partido. Era el Levante quien más circulaba el balón y llegaba con peligro, ante un Xota que, además, tuvo varias pérdidas peligrosas en salida de balón. En el minuto 5 una pared en la frontal la terminaba Jamur con un fuerte disparo que buscó la escuadra. La pelota se marchó fuera por poco. Después sería Juninho en un remate al segundo palo tras un saque de córner quien probaba fortuna, pero su golpeo lo blocó Fede sin complicaciones.
Roger también pudo marcar con un remate de cabeza a la espalda de la defensa que se marchó al lateral de la red. De nuevo atacando Osasuna Magna, casi en el ecuador de la primera mitad, Linhares disponía de un balón en la frontal y obligó a Fede a realizar una gran estirada.
Parecía que los de Imanol Arregui se entonaba y empezaban a llegar con más continuidad. Más aun cuando Fabinho realizó una jugada personas en la que se marchó de varios rivales, aunque no consiguió rematar. Había momentos en los que el partido se convertía en un correcalles y en una de esas transiciones Asier anduvo muy rápido para lanzándose al suelo aguantes y anticiparse a Miranda. La ocasión más clara para el Xota llegaría a cinco minutos del descanso. Dani Zurdo engañó a la zaga levantinista y tras quebrar a Fede, su disparo raso pegó en el lateral de la red. No tenía apenas ángulo de remate. Después era Asier Llamas quien subía con el balón a media pista y tras una buena pared con Linhares, Fabinho remató ante Fede, pero de nuevo el portero ganó la partida.
Osasuna Magna se había adueñado del partido en el tramo final y por eso, otra gran jugada personal de Linhares acabó en un balón picado al interior del área, donde Roberto Martil a placer anotó el 1-0 de cabeza a un minuto para el descanso. Aun habría tiempo para más, que Toni Escribano se plantó en un mano a mano ante Fede que el meta rival detuvo con el pecho. Así se llegaría al descanso.
Ya en la segunda mitad y como ocurriera al inicio del partido, fue Levante quien salió más dominador del balón, aunque Osasuna Magna en transición se ofrecía peligroso. De hecho, una gran jugada colectiva entre Dani Zurdo, Jhonatan Linhares y Roberto Martil estuvo muy cerca de convertirla en el segundo gol el capitán de los rojos. Más adelante en el minuto 27 Marc Tolrà intentó anotar de fuerte disparo desde la frontal, pero el balón raso se marchó desviado. Mucho más peligroso sería la ocasión creada por Linhares un minuto después, que tras conducir por el ala diestra y cruzar un balón a gol, entre el defensor y Juninho mandaron el balón al larguero. La pelota pareció votar dentro, se marchó fuera para el lamento de todos en el pabellón. Levante se había salvado del 2-0. También Jamur pudo marcar en otro fuerte remate que despejó Asier con el pie.
Ambos equipos buscaban el gol, unos para quizás sentenciar y otros para empatar, mientras que el juego se ‘caldeaba’ por momentos. Quedando 9 minutos para el final ambos equipos se cargaban con cuatro faltas cada uno. En esas disputas la ayuda del Pabellón Anaitasuna fue fundamental y el equipo respondió con raza. Así, restando cinco minutos en una nueva contra de Linhares, esta vez era Rosic quien también de cabeza marcaba el 2-0 en una jugada muy similar a la del gol de Roberto Martil. Inmediatamente después Levante salió de cinco y en el minuto 37 Jamur recortaba diferencias con un punterazo a la escuadra (2-1).
Tocaría sufrir en los instantes finales, inclusive después de que Linhares fallase un doble penalti al patinarse en el momento del golpeo. Fue una segunda parte accidentada, ya que durante unos minutos el partido se tuvo que detener por una asistencia medica en la grada. También el crono permaneció parado a causa de una lesión de Roberto Martil, que no pudo continuar con evidentes gestos de mucho dolor. Con ese panorama se llegaba al último minuto y en una posesión de los valencianistas, Asier Llamas salvó al equipo con un auténtico paradón, evitando el empate rival. Final de infarto, otra vez.
Tres puntos que se quedan en Pamplona y la semana próxima el equipo visitará Tudela en el derbi navarro de la Primera RFEF Fútsal.