Al término del Osasuna Magna 2-2 Viña Albali Valdepeñas, el técnico de los navarros explicaba la igualdad vista sobre la pista y relataba cómo se les ha escapado el premio de la victoria en apenas un minuto: «Ha sido un partido ajustado. Ya se ha visto en la primera parte. Hemos tenido el acierto de ponernos 2-0 y en un minuto, estábamos más pesados y hemos tomado malas decisiones, nos ha costado el empate. Luego con el portero jugador ha sido un querer y no poder. El equipo se ha vaciado como todos los días y estamos en este sube y baja de emociones».
Miguel reiteraba esa pena por no haber podido ganar, en un nuevo partido que se decidía por detalles: «Se nos han escapado dos puntos, es la sensación que se nos queda. Cuesta mucho, te pones 2-0 y en un minuto un poco desafortunado te empatan. Después ya es complicado, con tanta carga de partidos cuesta mucho más y ellos cogen confianza… El equipo lo ha intentado y hemos de aprender. Esto no ha acabado todavía y hay que seguir dándole».
En gran parte, mucho de lo ocurrido tiene que ver con los planteamientos de los equipos rivales, que en el caso de los tres últimos en visitar Anaitasuna, todos han optado por incorporar a sus porteros en el ataque, algo que evita que los verdes puedan desplegar su juego más característico y al mismo tiempo peligroso: «Es algo que te quita ataque. Te fijan atrás y aunque tampoco nos han hecho excesivo daño con el portero, es algo que te mete atrás, no puedes apretar, te quitan el llegar arriba… Ellos estaban con cinco faltas y es algo que te cambia la dinámica del partido. Es algo que seguiremos trabajando y no queda otra que seguir y analizarlo».