Se le notaba en la cara. Miguel Hernández estaba especialmente contento por el triunfo obtenido en Tudela. El entrenador de Osasuna Magna se quitaba un peso de encima después de romper una dinámica negativa en la que el equipo no ganaba desde el mes de octubre. «Tal y como venimos diciendo durante toda la primera vuelta, están todos los partidos muy igualados. Estamos contentísimos porque rompemos una dinámica, que son difíciles de cambiar, y es mucho más valorable que ganar el segundo partido después de haber ganado otro. Vamos a trabajar para que el doy sea un punto de inflexión a nivel de resultados», explicaba en sala de prensa.
Sobre el partido ante Ribera Navarra, destacaba el acierto tras un buen trabajo, cosa que le ha venido faltando al equipo en los últimos encuentros, encontrar el premio del acierto: «Ha sido el típico derbi, con todo muy ajustado y que ha dependido del acierto. Nos ha tocado a nosotros llevarnos el premio y por eso estamos contentísimos. Se lo dedicamos a la afición, a las familias, al club y es un momento de estar contentos, de disfrutar… La justica la da el acierto. Nosotros hemos tenido buenos partidos que no nos los hemos llevado por falta de acierto. Está todo muy igualado y se está decidiendo todo en los últimos minutos. Hoy hemos hecho uno de esos partidos agónicos, que se ha vuelto un poco loco al final… Estábamos pasando un bache de resultados, porque de juego no estábamos del todo mal. El de hoy ha sido un partido de aguantar y de esperar la oportunidad. Lo hemos aprovechado y nos llevamos tres puntos».