Lleno una vez más en Anaitasuna, para acoger el primer encuentro ante el FC Barcelona Lassa en el Anaitasuna. En los prolegómenos del encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los atentados de Bruselas, tras el cual dio comienzo un auténtico duelo de poder a poder en el que Magna Gurpea golpeó primero con un golazo de Roberto Martil.
Wilde protagonizó la primera llegada del partido que atajó Raúl sin problemas enviando el balón a córner. Sin embargo, los hombres de Imanol Arregui saltaron a la pista con la máxima intensidad y concentración. Fruto de ello fue el primer gol, que llegó al minuto y medio con una sensacional definición de Roberto Martil ante la salida de Cristian. El jugador navarro picó el esférico con una sutil vaselina que abría el marcador y ponía la ventaja sobre Magna.
El Barça Lassa buscó la respuesta con un potente chut de Ferrao que marchó desviado, al igual que el lanzamiento de Gabriel. La falta de acierto de los visitantes y la contundencia defensiva de los verdes mantuvo el 1-0 en el electrónico hasta el minuto 18, donde Tolrà puso las tablas al rematar a puerta vacía una asistencia de Lozano en una rápida transición. Previamente Jesulito buscó el segundo con un disparo que frenó Cristian con una buena intervención, mientras que Raúl hizo lo propio con dos grandes actuaciones para evitar el empate que no pudo evitar antes del descanso.
Roberto Martil, en el momento de marcar el 1-0.
En la reanudación, Gabriel adelantó a los azulgranas cuando corría el 23 de juego (1-2). Magna no bajó los brazos y logró la igualada con una gran acción individual de Dani Saldise. La joven promesa local empató un apasionante encuentro con un sensacional recorte que definió a placer. Sin embargo, la respuesta culé fue inmediata y al minuto, volvieron a aventajarse con un remate de Dyego que golpeaba en Roberto Martil y se colaba en las mallas pamplonicas.
Con el 2-3, los navarros siguieron buscando con insistencia la meta de Cristian que desbarataba las llegadas de los verdes. A cuatro minutos para el final, Carlitos se enfundó la camiseta de portero-jugador y los locales arriesgaron acechando al combinado culé, que se mantenía con un gran Cristian, artífice de dos intervenciones consecutivas de vital importancia. En un error de pase, el Barça Lassa recuperó el balón y sentenció la victoria con un gol de Wilde a puerta vacía (2-4).
