No salió nada. Osasuna Magna recibió una goleada (5-1) en su visita al Noia Portus Apostoli tras un partido en el que el 0-1 fue solo un espejismo. Pese al tanto inicial de Ion Cerviño, pronto el equipo local consiguió voltear el marcador para marcharse al descanso ganando 2-1. Nada más comenzar la segunda parte llegó el tercero y cuando restaban seis minutos para el final, ya con el juego de cinco de Osasuna Magna, el Noia logró la sentencia con un abultado marcador final.
El Xota llegaba a Noia con la idea de volver a la senda del triunfo tras la derrota encajada contra Manzanares y los de Irurtzun salieron fuerte, logrando el 0-1 a los dos minutos de partido, por medio de una cabalgada de Toni Escribano que él mismo finalizó con un duro remate. Ese balón impactó en el larguero y la pelota le quedó a Ion Cerviño. El navarro la empujó al fondo de la red para poner a los verdes por delante. Sin embargo, ahí se acabaría la propuesta ofensiva del equipo, que vio desde entonces cómo los locales jugaban con más ritmo y verticalidad.
Por momentos el partido se convirtió en un correcalles y fruto de una acción desafortunada, se produjo el 1-1 a los ocho minutos. Pachu controló un balón en pista propia pero se tropezó, permitiendo un mano a mano que Pazos no desaprovechó ante la salida de Asier Llamas. Cabe destacar que antes el navarro había evitado dos buenas llegadas del equipo gallego. Ese gol del empate hizo que Noia aumentase la presión y fue en un saque de banda, en el minuto 11, la forma en la que Power encontró el 2-1. Con ese resultado se alcanzó el descanso, aunque en el tramo final de la primera mitad Kokoro y Geraghty gozaron de dos buenas ocasiones de gol.
Ya en la segunda parte Osasuna Magna lo intentó de todas las manera, pero no iba a salir nada con el balón en los pies. Noia hizo un muy buen partido a nivel defensivo y para colmo, cuando solo se habían jugado dos minutos de la segunda mitad, Pirata convirtió el 3-1 en un nuevo saque de banda que cogió desprevenido al equipo. Daba la sensación de que el partido se ponía muy cuesta arriba y así fue. Por más que lo intentaron los verdes no hubo manera.
Ya en el tramo final, restando seis minutos, Miguel Hernández puso en práctica el portero jugador, pero no iba a salir bien, ya que Leandro hizo el 4-1 y Rubi logró la sentencia con el 5-1. Ambos goles a puerta vacía. De esa manera terminó un mal partido de Osasuna Magna que ahora ya piensa en revertir la situación el próximo viernes (19.30) en Anaitasuna, recibiendo a un Viña Albali Valdepeñas que también ha encajado una goleada esta jornada.
