Después de un partido con 12 goles, seis para cada equipo, Miguel Hernández valoraba la diferencia entre la primera y la segunda mitad del enfrentamiento ante Servigroup Peñícola. El técnico de Osasuna Magna destacaba el trabajo defensivo de la primera y el mal arranque en ese aspecto de la segunda: «En la primera parte hemos rayado a una altura muy importante, tanto defensivamente como en ataque; y la segunda parte ha sido totalmente diferente, sobre todo el arranque, que nos ha creado dudas e inseguridades. El equipo se ha vaciado, pero con mayor o menor acierto», explicaba.
El navarro comentaba cómo no han sabido leer ese inicio tras el descanso, pero del cual luego supieron reponerse: «Nos ha faltado entrar en esa defensa en media pista. Peñíscola es un equipo que te puede someter, está claro, pero tenemos que ser capaces de leer esas situaciones de mejor manera. Nos estábamos cargando con faltas y nos estaban rematando».
Preguntado por la gestión de un partido tan alocado, Miguel reconocía que los verdes son ambiciosos y que es difícil frenarles, aunque sea lo que esté pidiendo el partido: «Somos un equipo con mucho ímpetu, que es difícil parar. Lo he intentado parar con un tiempo muerto, dando un poco de tranquilidad, pero a ellos también les interesaba un partido de ida y vuelta. Hemos entrado en ella y nos ha valido también para meter un gol, pero enseguida nos han empatado ellos. Nos hemos cargado de faltas y al final hemos tenido el portero jugador, donde también hemos tenido una».
