El nuevo entrenador de Osasuna Magna ha estado acompañado en su presentación al frente del primer equipo por el presidente de la entidad, José Antonio ‘Tatono’ Arregui, quien ha expresado su confianza en un hombre de club. Miguel Hernández pertenece a la institución de Irurtzun desde el año 2000, cuando llegó como preparador físico. Ahora, tras ser el segundo de Imanol Arregui da un paso al frente y liderará al equipo profesional en la temporada 23/24.
«Gracias al presidente por acompañarme en este momento, que es superimportante para mí, para el club también y sólo puedo decir que estoy a tope de ilusión, muy responsabilizado. Agradecido al club y a mucha gente que me está apoyando», expresaba en sus primeras declaraciones como nuevo responsable técnico.
A ello añadía su felicidad por la confianza recibida: «Acabo de fichar por el mejor club del mundo. Para nosotros es el mejor club del mundo y eso es algo que no lo dan los títulos. No me ha costado mucho dar el paso. He tenido una universidad de 20 años con uno de los mejores entrenadores de la liga. Es el paso que creo y estoy convencido que debo dar, porque además de la directiva, el equipo tiene toda mi confianza. La confianza que tengo con ellos es brutal y vamos a ser mejores». Precisamente, hablaba del proyecto deportivo que se está conformando en las últimas tres temporadas: «No tengo ninguna duda de que este proyecto que empezó después de la pandemia dadas las dificultades que se acentuaron, está creciendo, dando pasitos y estoy aquí para ayudarle a dar el siguiente paso… Nuestro objetivo todas las temporadas es mantener al equipo y ser la cabeza visible del fútbol sala en Navarra, donde somos los mejores».
Antes de las preguntas de los periodistas reiteraba su gratitud hacia la Junta Directiva, en especial a su presidente: «Estoy agradecido a Tatono porque son muchos años. Recuerdo los primeros días cuando entré en el club y estoy orgullosos. Después de mi boda y del nacimiento de mi hijo, estoy ante uno de los momentos más importantes», afirmaba un Miguel Hernández que por momentos llegó a emocionarse.