Con motivo del parón liguero el entrenador de Osasuna Magna ha visitado este lunes el plató de Navarra Televisión para valorar el arranque de la competición. Miguel Hernández se ha mostrado satisfecho por el papel ofrecido por los suyos ante dos rivales de envergadura como son Barça y Valdepeñas, este último fuera de casa.
«Hemos tenido dos partidos complicados, con equipos contrastados y con jugadores de mucha calidad. Han sido partidos duros pero en los que el equipo ha competido muy bien hasta el final. Encima hemos tenido el acierto de ponernos siempre por delante en el marcador, que eso siempre es un punto a favor en contra de estos equipos. Los hemos llevado a tope hasta el final y nos hemos quedado con la pena de no rematarlos, pero son muchas cosas de las que aprender y a seguir… El balance es muy positivo a nivel competitivo y de juego», explicaba el preparador de Xota, que sumó sendos empates a 3 y 2 goles ante catalanes y manchegos respectivamente.
Hablar de Miguel Hernández supone afrontar su primera temporada como entrenador principal del equipo, pues sustituye en el cargo a Imanol Arregui tras 22 años. Así relata a preguntas del periodista Javier Ugalde, qué supone para él estar ahora liderando el vestuario: «Cambia bastante. Al final son 20 años en los que estás en un segundo plano, echando una mano al entrenador en todo lo que hace falta, pero ahora ya uno es la cabeza visible, el capitán del barco y estás más expuesto. Tienes muchísima más responsabilidad y un trabajo muy diferente al de segundo entrenador y preparador físico».
Para que esa transición del segundo al primero sea mucho más efectiva, Miguel quiso contar con la ayuda del capitán y jugador, Roberto Martil, para quien tiene palabras de agradecimiento y cariño: «No sería posible dar este paso de llevar el equipo si no fuese con la ayuda de Roberto… Él es gen Xota 100% y es un referente para el equipo y los chavales». Precisamente, explica el por qué quiso contar con la figura de alguien como Martil: «El tándem Imanol y yo lo más fuerte que tenía era que llevábamos mucho tiempo juntos. Éramos dos personas con las mismas ideas y cuando yo cogí el equipo, en lo primero que pensé fue en una persona que ocupase mi lugar como yo he estado al lado de Imanol».
De vuelta al plano deportivo, el técnico de Osasuna Magna recalcaba la dificultad de jugar ante Barça y Valdepeñas, dos rivales ante los que el equipo nunca bajó los brazos: «Hay que rematar los partidos, pero el equipo no les ha perdido la cara. Son dos partidos que te exigen mucho a nivel defensivo y de concentración, porque no puedes bajar los brazos ni la concentración ni un minuto. A eso añade que son equipos a los que les tienes que exigir que vayan al 100%».
En cuanto al objetivo de este año, confía en que pueda ser una temporada calmada. «Ojalá, ese es nuestro objetivo y en ello estamos trabajando», decía. También ponía el foco en la faceta goleadora, algo en lo que el equipo parece haber mejorada. Cinco goles a favor en dos partidos, así lo acreditan y la vuelta de Dani Saldise es un empujó extra en el factor anotador: «El año pasado se jugó muy bien pero nos faltó el acierto, que nunca sabes si se debe a la falta de madurez, confianza, las dinámicas en las que entra el equipo… Dani nos va a dar ese puntito de calidad y de acierto. Los jugadores ya tienen un año más en la categoría con confianza y el equipo en ese aspecto está funcionando un poco mejor».
Por último se refería al duelo de este próximo fin de semana, correspondiente a la final de la Copa Navarra y que medirá a los dos equipos navarros de Primera División. «Es un partido muy bonito. También es una manera de promocionar el fútbol sala en la comunidad y es muy importante. Un derbi es un derbi, da igual que haya o no una copa de por medio. Será un partido muy competido, seguro», concluía su entrevista en Navarra Televisión.