Tras la rueda de prensa en la que Imanol Arregui hizo pública su decisión de no continuar en Osasuna Magna, Roberto Martil valoraba la noticia, cosa que ya conocía con antelación cuando el propio Imanol se lo comunicó días atrás: “Durante varios años me lo iba soltando, pero yo lo veía lejos. He convivido mucho con él y veo que necesita descansar. Ni siquiera intenté convencerle. Pienso como él, que ha esperado al mejor momento. Ha creado una estructura de tres años con chavalas jóvenes, a ver si podemos retocar un poco el equipo y dejarlo para que el barco siga sin su capitán”.
Además, el exentrenador de Iruzun dejó en claro que, si el equipo descendía, él seguiría, lo que habla muy bien de Imanol: “Es lo primero que me dijo. Si pasaba lo que todos no queríamos, él no iba a abandonar el barco. Ha esperado a hacerlo cuando era mejor para el club, no cuando quería. Está claro que Imanol es el Xota y siempre mira por el club”.
Uno de los máximos objetivos ahora es mantener el legado del club, lo que conlleva una gran responsabilidad: “El ADN Xota y el estilo de juego es el legado de Imanol. Todo lo que nos ha dejado es responsabilidad de los capitanes, del club en encontrar un entrenador idóneo que siga con esta dinámica y de todos. Pero lo mejor de su legado es que yo me siento representado con él. Somos gente de cantera, de Irurzun y de Navarra. Somos Ion, Asier, Dani Saldise, Íñigo Amézqueta, yo y miles de jugadores que Imanol ha sacado adelante. Nos ha dado mil oportunidades. En cualquier otro club, estoy seguro de que yo ya estaría retirado y que no hubiese tenido ni dos años de carrera. Imanol cree en nosotros, nos ayuda muchísimo y no tengo más que palabras de agradecimiento”.
Roberto Martil no olvida la primera llamada de Imanol que le convocaba a entrenar con el primer equipo y lo especial que fue para él: “Ha llovido mucho, pero lo tengo muy grabado. Estaba en el recreo en el instituto y me llamaba un número desconocido. Lo cogí y empezó a decir: “Soy Imanol, quiero que vengas a entrenar esta tarde”. Se me paralizó el cuerpo. A Imanol lo conozco desde siempre, hablaba con él por la calle, pero esa primera llamada es lo que más recuerdo”.
Una noticia como esta es muy triste ya no solo para el club, sino también para el fútbol sala nacional y la liga: “No hay un entrenador como Imanol que llevase tantos años y, sobre todo, que tuviera la manera de ser de Imanol y lo que representa un entrenador para un club. La buena o mala suerte es que Imanol es mucho más que un entrenador, es también director deportivo y muchas cosas más. El entrenador que venga ahora que sepa que va a tener mucho trabajo, va a ser un entrenador diferente”.
