Dos puntos se escaparon del Pabellón Anaitasuna con el empate a dos conseguido por el Aspil Jumpers a ocho segundos del final. Un gol de Carlos Bartolomé que privó a los de Irurtzun de sumar un triunfo que merecieron por ocasiones, sobre todo en la segunda mitad. Además, Juninho en la primera parte y Linhares al poco de comenzar la segunda habían abierto brecha con el 2-0, pero un error en estrategia y el juego de cinco final supusieron el empate ribero.
Los primeros 20 minutos fueron igualados, con dos equipos muy atentos a los detalles y que en cuanto lograban superar la presión generaban peligro. Así, Asier Llamas y Marcao fueron los mejores de ambos equipos. Juninho a los siete minutos dispuso de un claro remate ante Marcao, que el meta ribero blocó con el cuerpo. También Linhares desde la derecha dispuso de un fuerte remate que no encontró portería. Por contra Terry fue el jugador más incisivo de los naranjas, obligando a Asier Llamas a despejar un fuerte lanzamiento de falta. Después Fabinho con una cinta se quitaba a su marca y remataba al palo.
A un minuto para el final el partido se iba a volver loco, con dos ocasiones consecutivas, una en cada portería, que ambos guardametas desbarataron con maestría. Marcao despejaba un lanzamiento de Roberto Martil llegando desde atrás y en el contragolpe de nuevo Terry se iba a topar con Asier Llamas, que anduvo muy rápido en la anticipación. Con 30 segundos para llegar al descanso el Ribera Navarra veía dos faltas consecutivas, la quinta y sexta penalización respectivamente. De esa manera Juninho iba a gozar de un doble penalti que aunque Marcao llegó a tocar, el balón acabó entrando y significó el 1-0 al descanso.
Al paso por vestuarios Aspil Jumpers entró falto de intensidad y Osasuna Magna lo aprovechó. Toni con una jugada personal regateando a dos rivales rozó el gol, pero el meta ribero estaba a un gran nivel. Sin embargo, tras esa acción llegó el 2-0 de Linhares en una jugada a dos junto con Bynho.
Quedaba mucho partido por delante y la intensidad del partido no daba respiro. Para colmo, un minuto después del 2-0 llegó el 2-1, anotado por Anás en una jugada a balón parado mal defendida por los nuestros. Los verdes no cerraron bien la defensa por culpa de un bloqueo y Anás anotó con un disparo ajustado desde la frontal. Más adelante Raúl dispuso de un remate que cruzó en exceso y en el que pecó de exceso de fuerza.
Ambos equipos querían marcar, unos para sentenciar y otros para empatar. El partido se convertía en un corre calles, con varias acciones de uno contra uno. Entre Asier y Dani Zurdo evitaron el empate con sendos balones prácticamente sobre la línea y en uno de esos despejes, Bynho protagonizaba una contra que poco poco no terminó en gol. En el minuto 33 llegó la quinta falta de Osasuna Magna, lo cual dificultó un poco más la recta final. Pero aún así los de Imanol Arregui tuvieron ocasiones como para meter el tercero. Más cuando el Ribera Navarra, llegados al minuto 38 decidió sacar portero jugador. La más clara fue de Toni, que tras recuperar un balón en pista propia y cruzar la línea divisoria no pudo rematar a gol ante la presión del último jugador ribero. Su disparo se marchó a banda. Antes Asier Llamas había sacado un balón de Terry directo a la cruceta.
También Bynho se topó con Marcao en el segundo palo al finalizar un gran movimiento de balón por parte de todo el equipo. De nuevo los verdes cuajaban una gran actuación pero les penalizaba la falta de puntería. Así hasta que en la última posesión naranja Carlos Bartolomé acabó rematando a gol a ocho segundos del final. Un tanto que dejó helado al Pabellón Anaitasuna pero al que todavía le iba a quedar la última jugada local. Casi sobre la bocina Fabinho tuvo la victoria al intentar rematar con el pecho. En cambio, fue tal la melé de jugadores rivales dentro del área que no hubo espacio material para anotar, acabando ahí el partido.