A los 16 años pudo cumplir el sueño de su vida. Formado en las categorías inferiores de Xota, Asier Llamas compartió caseta con los Eseverri, Rafa Usín, Araça y compañía después de su periplo en Osasuna de Fútbol. Poco después, a los 18 años, Imanol Arregui le daría la oportunidad de ser titular ante la baja de varios compañeros. Un puesto que no soltaría hasta la fecha.
«Es cierto que debuté muy pronto, pero para mí el salto no fue tan grande porque llevaba mucho tiempo subiendo a entrenar con el primer equipo. Creo que eso es algo que el míster hace muy bien aquí para que los canteranos vayan entrando en la dinámica y el cambio no sea tan brusco», explica el guardameta en declaraciones a Marca.
Para Llamas, quien se fue a Osasuna con 11 años para jugar en Fútbol 7 antes de pasar a Fútbol 11, su equipo es uno de los más especiales. «Creo que somos diferentes, muy familiares. Sabemos a lo que jugamos. Lo más importante es que somos un grupo muy unido y sabemos lo que tenemos que hacer. Con esta filosofía de juego podemos llegar lejos», dice desde el otro lado del teléfono.
El portero navarro, quien es de los que piensa «que una buena defensa es el mejor ataque», reconoce que el inicio de curso no fue del todo sencillo. «Nos costó un poco acoplar las piezas pero, como ya se vio el viernes pasado, ahora mismo ya estamos engrasados. No nos queda otra que seguir entrenando duro para que los resultados lleguen y así poder cumplir con los objetivos», apunta alguien cuyo referente «es el azulgrana Cristian desde hace mucho tiempo». Para él, la clave del éxito de Magna Navarra es la de siempre: «Seguir siendo fieles a nuestra filosofía». Palabra del ‘muro verde’, el portero que dejó Osasuna para sentar cátedra sobre la pista 40 x 20.
