Osasuna Magna comenzaba el partido en Cartagena ya habiendo logrado el objetivo de la permanencia por 27ª temporada consecutiva en Primera División. Quizás por eso el equipo saltó a la pista falto de intensidad y desde un primer momento fueron los locales quienes más y mejor llegaron al marco defendido por Alejandro Palazón. Los verdes solo creaban peligro con sendos remates lejanos de Eloy de Pablos y Leo Café. Sin embargo, al minuto cinco de partido Motta puso en ventaja a los suyos con un gran envío a toda la escuadra. Ya en el ocho de juego se producía el 2-0 y este fue un gol que dejó polémica sobre la pista.
Atacaba Osasuna Magna y tras caer Toni Escribano en pista rival, Jimbee Cartagena montó una rápida contra que Valtinho convirtió en el segundo de los suyos. El banquillo de Xota reclamó la falta y tampoco los colegiados consideraron necesario detener la transición murciana, por lo que el tanto subió al marcador y Asier Llamas vio la cartulina amarilla por protestar desde la banda. Ese gol con todavía tanto por delante seguía teniendo al Xota en el partido, pero nada más lejos de la realidad, Cartagena continuó con su superioridad y acabó logrando el 3-0 en el minuto 12. De nuevo era Motta el autor de dicho gol. Fue por medio de un potente envío desde la frontal.
Así las cosas, cuando restaban segundos para el descanso, Toni Escribano dispuso de un balón al interior del área tras una buena recuperación en banda. Sin embargo, el de Móstoles no acertó a golpear la pelota y el partido llegó con el 3-0 al tiempo de vestuarios. De haber anotado esa ocasión el equipo se podía haber metido en el encuentro.
Ya en la segunda mitad se notó un cambio de actitud en el equipo. Los verdes jugaban con una velocidad más, se mostraban más agresivos en pista rival y lograban encadenar varias ocasiones de ataque de forma consecutiva. Pero no iba a ser el día. Toni y Andrés fueron los primeros en intentarlo. También Pachu dispuso de un peligroso remate que Chemy desvió a córner con una buena intervención. Luego, otra vez el portero local evitaba el gol de Osasuna Magna, en este caso al despejar con el pecho un remate de Geraghty.
Se llegaba de esa manera al minuto 33. A pesar de la mejoría al equipo de Miguel Hernández le faltaba el gol, por lo que el técnico osasunista pidió tiempo muerto para poner en práctica el juego de cinco. Pero cuando se reanudaba el partido iba a llegar un nuevo golpe local, otra vez con Motta de por medio, que obtenía su tercer gol y establecía el 4-0. Ese gol hizo mucho daño a los de Irurtzun y a partir de ahí el equipo se desmoronó. Daba igual que se jugase de cinco o de cuatro. La cabeza no funcionaba y todo eran golpes en contra. Eso hizo que el marcador acabase reflejando un doloroso 7-0.